lunes, 23 de diciembre de 2013

Vivir al Pedo (Parte 2)

Aliento y no pedo del metano, comprendiendo a nuestros utiles huéspedes bacterianos

Prueba de aliento de hidrógeno y metano asocia las bacterias con la obesidad

Un reciente estudio sugiere que las personas con niveles altos de hidrógeno y metano en el aliento son más propensos a tener un índice de masa corporal (IMC) mayor y una mayor proporción de grasa corporal.

Caracterizar la relación entre la colonización con el metanógeno que requiere hidrógeno, Methanobrevibacter smithii, el IMC y el porcentaje de grasa corporal. Los investigadores identificaron cuatro patrones de respiración, respiración normal (N), aliento que contenía niveles altos de metano (M+), aliento que contienen niveles más altos de hidrógeno (H+), o respiración que contiene mayores niveles de ambos gases (M+H+).

“Este es el primer estudio en mostrar una asociación entre la producción de gas y el peso corporal
”. “Estamos sólo empezando a comprender las comunidades increíblemente complejas que viven dentro de nosotros. Si podemos entender cómo afectan a nuestro metabolismo, podemos ser capaces de trabajar con estas comunidades microscópicas para impactar positivamente en nuestra salud”.
M. smithii es responsable de la mayor parte del metano producido en el intestino humano, y se considera beneficioso, ya que ayuda a las bacterias productoras de hidrógeno a extraer energía y nutrientes de los alimentos. Pero si M. smithii está sobreabundante, las bacterias se vuelven aún más eficientes, extrayendo más nutrientes y calorías de los alimentos, alterando así el balance de energía a fin de que la persona sea más propensa a ganar peso.


Por el equipo editorial de HospiMedica en español
Actualizado el 06 May 2013

Vivir al pedo


Suscripto y ansioso por recibir el primer numero de los ejemplares de Roberto Fontanarrosa, quien nos ofreció un momento cumbre de inteligencia y humor con ¿malas? Palabras! En el congreso Internacional de la Lengua Española 2004 en nuestro Rosorio de Santa Fe, me adelanto a continuar la descalificación de palabras cotidianas que significan funciones con características humanas evolutivas. En estos días, 2013, en el Panamá centro americano nuestro representante consigno boludo como el termino característico del argentino promediante, quizás sin abordar su significado solo relatan hechos guerreros de nuestras luchas libertadoras americanas e intestinas de nuestra organización nacional.

[Boludo: Integrante de las fuerzas patriotas de la revolución y las guerras civiles sin aprendizaje en el manejo de las armas, a los que se les proveía una bola de hierro con una cadena para que y con ellas formando delante de la tropa abatían los caballos de la caballería enemiga] que junto con pelotudo, romper las pelotas y andar en ellas, pelotas, [Los Pelotudos llevaban una piedra envuelta en cuero con una cuerda trenzada y formaban detrás de la tropa y revoleaban esta pelota derribando a los jinetes de la caballería enemiga. Andar en pelotas o quedar en pelotas significaban modos  variables de navegar en pelotas de cuero por los ríos Argentinos dada la escasez de botes. Romper las pelotas era cuando se subían varios y se rompía la pelota de cuero durante su navegación por exceso de pasajeros. El ejército de Urquiza cruzó el Paraná en pelotas de cuero para dirigirse a Caseros.] Fontanarrosa encaro el mierda, fuerte, ofensivo y enfermo según la entonación de quien lo dice.
Hoy iré a los momentos, previos o no del  vocablo, PEDO, indicando la fermentación vivida del proceso alimentario, que con sus trillones de gérmenes y bacterias y virus, nos van integrando corporal enérgica y evolutivamente. Así recordemos el pedito emitido desde la cría humana, perseguido en sus primeros trimestre al grito de cólicos!!! Circulando por el gasecito femenino tipo rococó, o la granulito, gasecito vaginal, emitido a través de su vulva y generalmente inaudibles, también la enérgica emisión masculina, obligada en nuestro medio a reprimirse como si siempre fuera el alcohólico “estar en pedo” en situación de irresponsabilidad emuntoria y o alcoholica
En este momento cabe detenernos en la anatomía emisora: culo, termino necesitado de una reparación evolutiva humana, puesto como únicos vivientes que peleamos con la gravedad: DE PIE!!! Hace que no tengamos la cola animalesca sino dos semiesferas glúteas que raya al medio son la presencia de los principales músculos ya mencionados que nos mantienen parados contra el G1 gravitatorio terrestre por ello la vista de un culo femenino de cobertura adiposo  hormonal de mujer y cuya vista nos atrae masculinicamente como así el culo muscular juvenil masculino que atrae pellizcos y miradas femeninas.
Volviendo al pedo, iniciemos con el pedito del bebito injustamente y farmacologicamente reprimido por considerarla una iatria”, enfermedad y cuya emisión en ese primer trimestre de vía externa de esa cría fetal nacida sin acabar, que ya lo decían los [helenos cuatrocientos años antes de la primera natividad y que había que “terminarlos” con caricias y ternura.
Dicho con esa pesada e inconmovible formulación Griega que constituyeron así el principal estimulo, psicogenetico neurocognitivo de los “cólicos” infantiles, subrayado por inquietantes llantos acompañados de algún pedito, que en su momento vivido el transición inicial fetal no se relaciona la gestual sonora con la intensidad del fenomenal gasesito que en nuestro medio se halla intensificado por la alimentación de bebe con formulas (¿) infantiles en base generalmente a leche de vacas modificada para la alimentación humana iniciando con ella a la cría humana como contaminante del medio ambiente como emisor de gas metano, contaminante que amplia el agujero negro de nuestra atmósfera creando una mayor irradiación cósmica en nuestras corporalidades al contrario de la cría amamantada que no los emite durante su humana alimentación en amamantamiento.
Una vaca emite alrededor de 1500 litros de gases intestinales [por día, de los cuales 300 corresponden al gas metano conocido entre nosotros como “gas de la isla” o de loas pantanos
Allá en mi apreciado Delta, que surge de los humedales y es aprovechado en combustión.
Tanto es esta producción gasifera eficiente y sustentable que técnicos del Instituto Nacional de Técnicas Agropecuarias proponen una forma práctica de secuestrar las emisiones vacunas, para evitarlas como recurso energético, dado que la emisión diaria de metano, purificado y comprimido, puede ser utilizado para poner en funcionamiento una heladera de 100 litros de capacidad un día completo. En nuestro país conviven 40 millones de vacunos.
Los bebitos alimentados con biberón podrían colaborar con algún litrito diario de metano suficiente para sustentar enérgicamente alguna lamparita de bajo consumo.


Jorge  Washington Diaz Walker, Vicente Lopez Florida, noviembre de 2013

Como vivir con tecnología Siglo XXI

Mientras nuestra dependencia de los dispositivos va en aumento, existimos aquellos que se resisten a ser invadidos totalmente por ella, es mi forma de vida.
Así como las ciencias medicas me proveen de las técnicas yo tengo a ellas y mi aprendizaje en la tarea medica, lo que llamamos clínica, señera del camino a la ciencia, la marchamos juntos con nuestros pacientes que nos enseñan la realidad evolutiva –al convivir con ellos fuera de nuestras fortalezas institucionales hospitalarias- vaya error semántico-, sanatoriales y otras carcelarias medicas, junto con los castillos universitarios.
Solo tengo un Alcatel de hace décadas, que cada vez que suena, mis nietos me abandonan avergonzados, además ellos nunca me hablan al celular porque con mi incompetencia tecnotelefonica siempre les consume cuatro llamados.
A mi edad, recién tengo 81, decir una interlocutora facebookera, el chateo por redes esta restringido a Facebook, Twitter, Blogs y e-mail al ejercicio profesional principalmente, como correos y telégrafos toque instantáneo.
Respecto al Facebook personal y de Ñuñu, Amamantar es Amar, la experiencia en el desarrollo del mismo no reemplaza los grupos de encuentro presenciales desarrollados estos cuarenta años, si!!! 40, en los encuentros Ñuñu y sus expansiones.
Por ello mi participación en paneles, encuentros y otros eventos nunca mis presentaciones se leían en pantallas, sino que proponía mi corporalidad y la corporalidad de los presentes con la empatia de mi discurso acompañada de gestualidad y ahora limitada mi movilidad sentado  en silla o en l borde de mesa la misma altura que los presentes, o levemente  arriba,  para sumar a mis manos con un altavoz corbatero.
Por todo ello vuelvo a medida de las posibilidades institucionales de Ñuñu y personales mías a los encuentros grupales para la gestación y crianza humanamente evolutivas enriqueciendo mi rol retransmitiendo lo aprendido en tiempo y espacio de los grupos y práctica clínica cara a cara.
Continuare en las redes amamantar es amar, jorgewdiazwalker, twitter y blogs. Participando en las conversaciones en las ocasiones puntuales que profesionalmente crea necesario por su generalización y acerto.


Amamantadamente Jorge W. Diaz Walker, Florida de VicenteLopez , setiembre 2013.

CLAVES PARA LA COMPLITUD HUMANA


 PERIODO PRIMARIO
REPRODUCCION Y CRIANZA

Gestacion Humana periodo de reproducción y crianza  primaria

Comienza cuando el hijo es concebido y finaliza después del destete mínimo de los 24 meses del periodo de cría fetal extracorpórea del ser humano nacido anticipadamente dos años antes de los 33 meses de gestación humana.

Periodo de gestación con sus periodos de transiciónes:
Cambios evolutivos  de crecimiento y desarrollo materno filial acompañados de cambios corporales junto con conductas, sensaciones,  emociones  sentimientos en ambos

La primera transición al instante de la concepción e inicio embarazo
La segunda a los 3 meses de embarazo con la placentación y salida de la pared uterina.
La tercera al noveno mes  de embarazo con su preparto y estrés fisiológico.
La cuarta  en el parto culminando el estrés preparto
La cuarta alrededor de  los 40 días del posparto con la vuelta a la complitud hormonal.
La quinta al sexto mes de la cría con su individuación .
La sexta a los 24 meses con el fin de la exterogestacion y culminacion en criatura, y posibilidad destete voluntario variable según la cultura

Para todas estas transiciones la naturaleza provee capacidades corporales para superar los estrés
Previstos evolutivamente .

Jorge Washington Diaz Walker
Florida de Vicente Lopez , octubre del 2013


Analizan aumento en dosis de radiación pediátrica de la Tomografía Computada

Según un estudio de siete sistemas de salud de los EUA, se aumentó el uso de tomografías computarizadas  de abdomen/pelvis, cabeza, tórax, o columna en niños menores de 14 años de edad a más del doble de 1996 a 2005, y se proyecta que esta radiación asociada aumente potencialmente el riesgo de cáncer inducido por radiación en esos niños en el futuro.

Los resultados del estudio fueron publicados en línea en Junio de 2013 en la revista JAMA Pediatrics. El uso de Tomografía Computada en pediatría se ha aumentado durante los últimos 20 años. Los niños son más sensibles a la carcinogénesis inducida por radiación y tienen muchos años de vida después para que el cáncer se desarrolle, según los investigadores. Las dosis de radiación ionizante aplicada por las modalidades de imagenología son más altas que la radiografía tradicional y están en rangos que han sido asociados a un riesgo aumentado de cáncer. “El uso incrementado de Tomografía Computada en pediatría, combinado con la amplia variedad en las dosis de radiación, ha hecho que muchos niños reciban un examen de dosis alta”, anotaron los científicos.

El Instituto de Radiación del Grupo de Investigación de Salud y la Universidad de California, Davis (EUA), cuantificaron las tendencias en el uso de Tomografía Computada en pediatría además de la exposición asociada a la radiación y el riesgo potencial estimado de cáncer usando datos de siete sistemas de salud de los EUA. 

Los investigadores anotaron que el uso de la Tomografía Computada se duplicó para los niños menores de cinco años de edad y se triplicó para los niños de cinco a 14 años de edad entre 1996 y 2005 antes de estabilizarse entre 2006 y 2007 y luego empezar a disminuir. Los riesgos proyectados atribuibles durante la vida, de tumores sólidos fueron más altos para los pacientes más jóvenes y las niñas que para los pacientes mayores y los niños. Los riesgos fueron también más altos para los pacientes que se sometieron a otros tipos de tomografía computada, según los resultados. 

Las cálculos también sugieren se proyecta que para las niñas, que resulte potencialmente un cáncer sólido inducido por la radiación de cada 300 a 390 exploraciones de abdomen/pelvis, 330 a 480 exploraciones de tórax, y 270 a 800 de columna, dependiendo de la edad. El riesgo potencial de leucemia fue más alto para los exámenes de cabeza para los niños menores de cinco años de edad a una tasa de 1,9 casos por 10.000 tomografías computadas, muestran los resultados.

Los investigadores calculan que se pueden causar 4.870 cánceres futuros por las cuatro millones de tomografías computadas pediátricas que se realizan anualmente. Los autores, basados en sus cálculos, también sugieren que reducir el 25% de las dosis más altas a la media puede prevenir el 43% de esos cánceres.

“De modo, que se necesita más investigación para determinar cuando la tomografía computada  en pediatría puede producir resultados de salud mejorados y si otros métodos de imagenología [o no imagenología] pueden ser o no tan efectivos. Por ahora, es importante para el médico referente y el radiólogo considerar si los riesgos de la tomografía computada  excedían el valor diagnóstico que proporciona sobre otras pruebas, basados en la evidencia actual”, concluyeron los autores del estudio.


Por el equipo editorial de Medimaging en español
Actualizado el 17 Jul 2013

MARIHUANA TÓXICA

Por el seguimiento de un grupo de mil jóvenes durante 20 años, en una investigación realizada en Nueva Zelanda, dedicada al consumo de la marihuana, fue posible confirmar: deterioro del coeficiente intelectual, pérdida del interés y del deseo, fatiga, trastornos del humor, concentración disminuida, depresión del sistema inmunológico, fertilidad afectada y aumento de la posibilidad de sufrir cáncer, enfermedades pulmonares y mentales. Al fumarse marihuana, además, se desprende más monóxido de carbono que un cigarrillo. En consecuencia, sería perjudicial para nuestros jóvenes y adultos la despenalización del cultivo y consumo de la marihuana.
Por último, como medida de prevención y salud, creo que es urgente difundir esta realidad en las escuelas secundarias del país.
Dr. Emilio Franchi Roussel LN 15/12/13

Tratándose de un serio problema de salud, no es entendible que se esté prohijando una droga cuyos efectos a corto plazo inciden en la concentración y reflejos (nefasta para conducir un auto por jemplo ) y a mediano plazo impactan en la memoria, el coeficiente de inteligencia, la depresión y la esquizofrenia. Hace algunos años aún no se tenían claras esas consecuencias, pero serias investigaciones de largo plazo, realizadas en varios países, invariablemente han comprobado los devastadores efectos neurológicos. Sobre esto ya no hay dos opiniones técnicas. Algo análogo ocurrió en su tiempo con el tabaco, cuyos efectos cancerígenos eran poco conocidos hace 30 años.

Julio Maria Sanguinetti

La Nación 15/12/2013

Ideas en marcha


Una geografía del acceso a los servicios públicos

“La movilidad interviene en el acceso a los derechos, a bienes y servicios cotidianos”. El viaje como “un nexo material entre necesidades y servicios”. Al acceso al plan de salud materna para embarazadas de estratos bajos en hospitales públicos y de estratos medios en clínicas privadas de Pilar.
Los hallazgos muestran como, en el ámbito publico, “concretar un servicio de salud involucra una red de viajes operativamente fragmentados entre diferentes días y lugares”, que implican 27 viajes (10 al centro de salud y 17 al hospital) para las madres más pobres, el 41% para gestionar turnos o resultados; que el viaje tipo dura una hora, combina caminata y dos medios de transporte, y  que el 100% no completa los controles. Las madre de clase media alta van a un único lugar, en viaje directo en auto y todas completan los controles. “se puede mejorar la movilidad con una mejor gestión de la salud”, “la eficacia de las políticas publicas desciende por la dificultad de combinarlas con la movilidad”.
(Entre muchísimas dificultades mas porque no se debe buscar aristocratizar la pobreza sino conseguir  la equidad  Jorge W. Diaz Walker2013)
Raquel San Martín
Andrea Gutiérrez,

LA NACION 15 diciembre 2013

lunes, 9 de diciembre de 2013

Testimonios I - Primero no experimenté ninguna sensación


Yo caí en la droga a los 18 años. Mentiría si digo que por ese entonces tenía algún problema familiar complicado, o sensaciones de disconformidad o rebeldía. Pero sentía, sí, muchas veces cuando estaba en mi casa con mi familia, con mis padres, una sensación de ahogo, de falta de aire.
Recuerdo que fue mi hermano mayor, Miguel, el que me inició en la cosa, y sinceramente, no sé si condenarlo o no, por esa causa. Éramos muy unidos con Miguel y yo sé positivamente, que todo lo que él hacía por mí lo hacía por mi bien.
Una tarde de lluvia yo estaba en mi habitación y sentía de nuevo esa particular sensación de asfixia. Yo creo, lo he creído siempre, que la especial sobreprotección a la que me sometían mis padres por ser el más chico, no influía en eso. Todos los límites, todas las prohibiciones, toda la enfermiza atención que, especialmente mi madre, depositaba sobre mí, no influía en mi casi permanente ahogo. La cuestión es que Miguel se asomó por la puerta de mi pieza y me llamó. “Vení” me dijo, y me llevó para su pieza. Cuando entramos, cerró la puerta y fue hasta uno de los cajones de su cómoda, lo recuerdo bien. Buscó bajo unos papeles, algunas carpetas (Miguel guardaba recortes de carreras de caballos, siempre le gustaron) y sacó un pequeño gotero plástico, color verde claro tapado con una tapa blanca estriada. “Date con esto” me indicó, mientras me lo alcanzaba. Yo, algo desconfiado, fui al baño y me largué un buen chorro en la fosa derecha de la nariz y enseguida otro en la fosa izquierda. Primero no experimenté ninguna sensación. Quedé, eso sí, con la cara hacia arriba, mirando el techo, cerca de un minuto. No pasaba nada. Cuando bajé la vista hasta enfrentarla con el espejo del botiquín, una gota resbaló desde la nariz casi hasta la boca. Pero el resto de la dosis ya se había metido hacia adentro.
Fui a mi habitación algo desilusionado, lo reconozco, y me senté a esperar. Puse música. No pasaba nada. Seguía sintiéndome embotado, algo me presionaba los tímpanos desde adentro y respiraba dificultosamente por la boca. Mientras esperaba leí las pequeñas letras negras impresas en el gotero: “Lidil adultos” decía. Me dio bronca. Me acosté en mi cama y me zampé dos buenos chorros de nuevo. Cerré los ojos y esperé. Me acuerdo que había puesto “Pirámide” de Pink Floyd. Y de repente, sucedió.
Algo se perforó, en algún lugar de la membrana mucosa comenzó a abrirse un agujero, un canal y por primera vez después de largos días una porción de aire helado me refrescó la garganta. Creo que fue una de las sensaciones más hermosas de mi vida, y eso que yo viví el Mundial.
Me mantuve en éxtasis, tirado en la cama y sólo me levanté para dar vuelta el longplay de Pink Floyd un par de veces. Me daba la impresión que los pulmones podían llegar a reventar y hasta el cerebro se me antojaba despejado y lúcido, cosa extraña, dado que ésas no parecen ser sus características habituales, según mi padre. Y fue mi padre el que entró en la habitación y me encontró así, con los ojos llorosos. Tuve que decirle que la música me ponía así. Me apagó el tocadiscos, pero no me dijo ni sospechó nada.
De allí en más, nunca salí a la calle sin mi gotero de “Lidil 10”.
Tampoco podía conciliar el sueño si el pequeño bidoncito verdoso no estaba detrás del reloj en mi mesa de luz. Me invadía una sensación de paz, de regocijo, tener la certeza de que, aún en la oscuridad, podía estirar la mano y tocarlo. Hubo noches en que me lo olvidé en el baño, creo que fue en mis épocas de exámenes, cuando yo tenía la cabeza en otra cosa. Recuerdo haberme levantado en noches de invierno, y haber cruzado el patio descalzo, sintiendo el hielo que me trepaba hasta las rodillas, para recuperar el gotero olvidado en el botiquín del baño. La perspectiva de pescarme un resfrío me alegraba aún más ya que eso me obligaría darme permanentemente dosis de “Lidil”. Cuando regresaba a mi cama y devolvía el gotero a su puesto de custodia tras el reloj, me dormía como si estuviese protegido por el ángel de la guarda. Creo que desde que estudiaba el catecismo para tomar la primera comunión no experimentaba sensación de beatitud similar.
La que me convenció de saltar al “Dísel” fue Leonor. Era una chica que conocí estudiando inglés en la Cultural. Parece mentira pero los jóvenes que van a esos centros de estudios superiores son los que más fácilmente caen en la cosa. Como los de las clases muy acomodadas. Será por el aire acondicionado.
Con Leonor habíamos ido un día a tomar un café después de la clase y ella se obstinó en explicarme el real significado de la palabra “enough”. Yo accedí porque tenía el secreto propósito de llevármela a la cama. Pero ese día yo había olvidado mi gotero de Lidil y ella notó mi nerviosismo cuando yo metí un pie en su té con limón. Tuve que explicarle mi problema (por otra parte yo respiraba con una dificultad tan angustiosa que a duras penas pude disuadirla de que me hiciera respiración boca a boca). Ella sonrió, sacó de su bolsón un frasquito y me dijo: “Anda al baño y date con esto”. Y me dio el Dísel. Nunca más volví a probar el Lidil. El Dísel me perforó la tráquea como una catarata de ácido. Fue hermoso. Cuando salí del baño aún el efecto de esas gotas me hacía contraer todos los músculos de la cara en visajes y tics de lo más extraños y me saltaban lágrimas de los ojos.
Pero al poco tiempo el Dísel me resultaba poco fuerte. A pesar de que tenía la garganta como una lija y las raíces de mis incipientes bigotes se habían quemado como pasto tras la escarcha, mi membrana nasal me pedía, me rogaba por algo más virulento.
Una tarde, desesperado, me metí en una farmacia a pedir algo que me calmase. Me echaron, porque la farmacia estaba de turno y yo había atravesado la puerta de cristal destruyéndola. Cómo sería mi ansiedad que no me había dado cuenta de eso. Allí me asusté por primera vez; podía haberme cortado. Pero no fue todo mala suerte, el cadete de la farmacia me había visto y seguramente se había percatado de mi aspecto de desesperado y mis labios resquebrajados. No había caminado dos cuadras cuando estuvo a mi lado, con la bicicleta de reparto. Empezó por ofrecerme manteca de cacao para los labios, me dijo que estaban haciendo una promoción.
Pero luego me ofreció un “activo descongestivo rinofaríngeo” e hizo brillar bajo mis ojos un frasco de “Renevadrón 101 Mayores”. Ni sé cuánto me cobró. Pero creo que después de eso se compró una moto. Me pegué con el “Renevadrón” y comprendí que todo lo que había consumido antes era juego de niños. Sentí como si me aspirasen las entrañas, como si me dieran vuelta con los intestinos hacia afuera. Me parecía tener el doble de capacidad pulmonar y flotar en el aire como un globo. El aire que penetraba en turbión por mis fosas, entraba como chiflete por la tráquea y ésta, sensibilizada, respondía con una picazón que me hacía carraspear como un camello. También tosía. Pero la sensación era fenomenal.
Llegué a consumir 22 frasquitos de “Renevadrón” por día. Hubo noches en que llegué a sacar el cuentagotas cobertor y me mandaba el líquido así nomás, salvaje por la nariz. Pasé meses alucinado, buscando un pomo de goma, que mi hermano mayor (no Miguel, sino Antonio) guardaba de antiguos carnavales. Por suerte se le había podrido la goma un día que lo dejó al sol y no servía. Ahora pienso lo terrible que hubiese sido si me hubiese sido factible esa disciplina.
Todo se descubrió un día en que se me había terminado el “Renevadrón” y ni siquiera tenía un pañuelo limpio cerca. Recordé que un médico me había dicho que el jugo de naranja era un buen paliativo para los procesos de resfríos. Exprimí una docena de naranjas y con una sonda me la di por las fosas nasales. Eso es lo último que recuerdo. Después vino el tratamiento, las lavativas y todo eso. Ahora lo cuento con cierta objetividad, pero cuando recuerdo aquellas épocas, no puedo menos que estremecerme. Hubo algunos que no tuvieron tanta suerte como yo. Como el caso de un amigo que llamaré Jorge para no hacer conocer su verdadero nombre, que empezó con las gotas nasales y terminó haciéndose la cirugía estética en la nariz. Ahora se ha alejado de la droga pero parece Elizabeth Taylor con el físico de Richard Burton.
O el triste final de Jorge II (tampoco es su nombre verdadero pero no se me ocurre otro nombre supuesto) quien comenzó combatiendo el resfrío con pastillas anticongestivas. Luego se sumergió en el terrible mundo de las “Sen-Sen”, pasó a las de eucaliptus y ahora los masticables le han hecho pedazos la dentadura.
Yo al menos, pude rehacer mi vida y enfrentar el futuro con cierta seguridad y solvencia. Eso sí, sigo resfriado.

"El mundo ha vivido equivocado" 

Por Roberto Fontanarrosa