lunes, 4 de marzo de 2013

Familias a la cancha


La otra violencia

Los Griegos y el Euro desde siempre
En estos sucesivos sucesos, en los tiempos griegos, aquellos bárbaros arios que irrumpen en el semítico Mediterráneo, creando en sus amuralladas ciudades las bases de nuestra convivencia occidental de expansión terráquea.

Si hay guerra, no hay amor - Lisistrata
Ahora bien, estas amuralladas ciudades que guerreaban constantemente en los tiempos de la paz entre ellos, muchas veces gracias a las gestiones de las mujeres que evitaban hacer el amor en tiempos de guerra siguiendo el ejemplo del castigo de Lisistrata.

Salgamos que el día esta lindo
Abandonaban los ciudadanos las ciudades a través de las puertas de las murallas y fuera de ellas naciendo así el DE – Porte, es decir de afuera de las puertas, para mostrar sus habilidades musculares de cazador en los hombres y su silueta hormonales sexuales ellas.

De cazar y guerrear, al deporte
Las actividades deportivas son esencialmente formas modificadas del comportamiento cazador, eliminaba la muerte de la “pieza”, sea individualmente: discóbolo, jabalinas como miembros de grupo de cazadores, carreras, carrucha, y tantas más.

Pásame la pelota
Fútbol, básquet, voley, polo y rugby que quizá sea el que su desarrollo suceden todas las etapas de la “caza”, en donde el arma asesina se ha transformado en una pelota, “guinda” en su formato y su presa es el arco contrario en donde si su puntería es acertada obtiene ganancias, puntos y goles según por consecuencia de errores adversarios

Conquistando terrenos
o la posesión territorial del contrario a través del apoyo de la pelota en la zona demarcada por la línea de su puntería o arco. Todo ello con movimientos y actuaciones similares al del cazador pero insistimos el objetivo ha pasado de la muerte física de algo vivo al acto simbólico de vencer, siguiendo la simbolización atlética griega, donde el hombre encontraba en la carrera, el salto y el disparo la calma de su excitación cazadora.
Los lugares para las muchedumbres sin lugar: la Cancha, field

Todo esto en clara coincidencia con el progreso de la industrialización, con cada gente aislada en sus trabajos y actividades cotidianas que encuentra en la ocasión dramática de estos deportes con sus actos y actores una satisfacción inmediata de las tribunas del estadio y su generalización televisiva de alcance mundial en las confrontaciones mundiales, quizás evitando en parte la forma corrompida del deporte: la guerra, popularizando deportes en los que se abarca algo que sepa huir o contraatacar manteniendo el recuerdo de los cazadores mas allá de la disturbia en busca de su presa, en forma vivida activamente movilizando multitudes de actores y espectadores.

Las hinchadas
Estos constituyendo grupos y grupúsculos unidos por los colores y actores de sus clubes preferidos, enfrentándose o confrontándose o fraternizando mas allá de los estadios, movilizándose en trasmigraciones multitudinarios en sus países y dentro de ellos, como las “barra bravas del tablón” argentinas, tifosis italianas.

Jugando Con
Simpatizantes todos que desde sus lugares de espectadores mueven sus miembros abstraídos en el fuego de su héroe jugador, pateando la butaca del frente o abrazando a su espectador – vecino.

El fútbol argentino esta enfermo de violencia. pero esta vez no solo se habla de lo que ocurre fuera del estadio, donde cada fin de semana se reproducen crónicas policiales con peleas y hasta muertos. También dentro de la cancha la violencia esta en un punto limite, con un espiral de agresión que encuentra tres escalas. Primero los jugadores, con continuas acciones que ponen constantemente en riesgo la integridad fiscal del colega o rival, según como se lo mire. después siguen los árbitros, que pocas veces castigan como debe ser el juego brusco.

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